Quiero ser un Fantasma…

“No te movás”, me amenazaba apuntándome con su arma en la cabeza. Dame todo lo que andás y no te va a pasar nada… y que tal si quiero que me pase algo…(respondí en mis adentros) Fue ahí cuando volvió aquella vieja idea que pense se había esfumado…”la verdad es que yo…siempre he querido ser un fantasma”.

Y es que ser fantasma tiene sus ventajas, para empezar mis deudas bancarias se eliminan al instante, mis beneficiarios se llevan el dinero del seguro, a los que les caigo mal se liberan de mí… y a los que me quieren…el dolor se borrará con el tiempo, como todo.

Siendo fantasma el traspaso de mundos lo haces en compañía de Jeniffer Love Hewitt y después más y más ganancias. Puedo levitar, transportarme donde yo quiera en el momento que quiera…te imaginas “uy que casualidad” aparecí en el camerino de mi Scarlett Johansson, de mi Kate Hudson, de ni Nataly Portman. Que buen taco de ojo.

Me iría de gira con Joaquín Sabina, vería en por fin la garra del concierto de U2, fuera a ver el concierto de despedida de Scorpions y le diría a Klaus Meine que “Wind of Change” siempre me pareció la canción más “naca” de la historia. Nada mas empezar con ese “silbadito de zapatero” como diría mi sacrosanta madre.

Me iría a España, primero a Barcelona al estadio y asustaría tanto a Messi hasta que se hiciera en los pantalones, con tanto miedo quien podrá jugar bien. Me fuera corriendo a Madrid y en el Bernabeu, le robaría el balón al contrario que le quiera meter un gol a Casillas, le daría calma a Cristiano en sus tiros libres y hablaría con Kaká (por que él es muy espiritual) para que ya despierte y empiece a jugar… como Kaká. Regresaría a hacerle alguna maldad a Lisandro Phol para que se vaya del Alianza…

Hiciera una gira rápida por los lugares a los que nunca pude ir: Dubaí, Roma, Milán, Venecia…París….

Regresara a mis lugares favoritos en el mundo… volvería a aquel bar en mi Buenos Aires querido, donde hacían la cerveza casera acompañada del mejor bife de Chorizo y la mejor compañía que un mortal pudiera tener… ahora solo soy un fantasma, pero volvería a sentir el frío de Bariloche, las carnes de la Pampa, los tacos gigantes del DF…y la cerveza de Panamá…


Me iría de inmediato a hablar con mi Abuelita para preguntarle como es el cielo, con Papa Nidas a hablar del Madrid y fregarme por la situación del Alianza.
Buscaría a Edgar Allan Poe y si me invita a un par de tragos le contaría que es mi ídolo y que prácticamente escribo por él.

Buscaría a Hitler y de lejitos conocería como un hombre tan pequeño podría tener un poder tan grande y una locura tan macabra, buscaría a Einstein, Nobel, Bell, Da Vinci y Juan Pablo Segundo…y les preguntaría la fórmula para ser tan geniales.

Haría un focus group con D´abuisson, Duarte, Hungo y Shafick para que hablen de la realidad nacional. Creo que sería una de las cosas mas divertidas que moderaría… se imaginan a los 4 intentando matarse…

Me regresara a mi vela para decirle adiós a mi familia, que la están pasando mal, a mis amigos, mis compañeros, que cuentan chistes de velorios y entierros…(desgraciados si se van a chupar después el primer brindis que sea en mi honor…)

De repente te veo a ti, sola en un rincón, estás triste, con los ojos rojos de tanto llorar, tenes mil preguntas en la cabeza y haces deducciones de lo que paso… de por que me deje vencer, de por que te deje… te preguntas si tan cansado estaba de vivir, oh si cuando al fin me decidí a tomar una decisión fue la más equivocada… y en esa mirada que tanto adoré, ahora solo hay tristeza y una interrogante que te desespera…. Si te amaba… Tengo que responderte y no me escuchas si soy fantasma…tengo que volver….

Y fue ahí cuando oí cuando me dijeron… “que te pasa cabrón…el cielo no es para los suicidas” dame la cartera….

No opuse resistencia ni dije nada… el sueño de ser fantasma se me borro de inmediato…por que al fin había entendido que de forma literal, Dios me había regalado la oportunidad de ver mi vida y rectificar mis errores… y comprender que sin el ninguno de los caminos es mi camino…

Por que todos merecemos una segunda oportunidad… de ser felices…