La Culpa

Vivía solo, con la mirada triste, pelo cano y cuerpo con tendencia a jorobarse… jorobarse, era su palabra preferido… de hecho “vete a jorobar a tu mad…”!! era su frase preferida y se lo decía todos lo que lo veían solo, con la mirada triste y con la espalda jorobada.

Como era un fanático de los cuentos de Edgar Allan Poe, no le pareció extraño que durante una fría noche de diciembre, mientras mantenía su duelo eterno con su única compañía de la madruga, el insomnio, apareciera un pájaro terrorífico y maligno, completamente negro y con los ojos rojos como brazas. Un cuervo…

Recordó el cuento, por lo que tuvo un mal presentimiento, sabía que su historia tendría un final terrible. Esperaba que el pájaro tuviera una actitud desafiante y que le dijera aquella terrorífica frase que significaría su fin: “Nunca más”.

Sabía que si se adentraba en sus palabras o en sus pensamientos, el pájaro se lo diría, por lo que guardo silencio, apago la luz del cuarto y trato de dormir, aun que sabía que los ojos rojos de aquel pájaro del infierno estarían viéndolo fijamente.

Pasaron los días, el pájaro seguía instalado en su cuarto y siguiéndolo con la mirada demoníaca y poco a poco su pensamientos empezaron a tomar el control, pensó que tenía que estar en calma, decidió tomarlo con filosofía, a lo mejor solo era una mascota en busca de hogar. El pájaro no hablaba así que no era el del cuento… quizá hasta le ponga nombre y eso oyó por primera vez la voz del pájaro gritando… “NO LO HARAS”!!!
No lo harás?? Pensé que “nunca más”… -balbuceó- otra cosa que le llamo la atención era la voz chillona que salía de aquel pájaro del demonio… era una voz femenina… la de una “cuerva” la que nuevamente le habló y le dijo “no lo harás”.

Sus pensamientos comenzaron a traicionarlo y lo peor de él comenzó a salir a flote. Porque había llegado –se preguntaba- porque está aquí? y ella siempre contestaba “no lo harás”!!!

Por cada pensamiento positivo era una frase igual, pero con los pensamientos tristes o que lo torturaban aquel maligno animal parecía que silbaba y se ponía feliz por lo que empezó a llamarle: “la culpa”.

Si el salía a trabajar, la culpa la seguía. Si el jefe lo regañaba la culpa silbaba, si su novia lo cortaba, la culpa celebraba. Si algo le salía mal la culpa parecía feliz. Todo lo contrarió pasaba cuando tenía el día libre la culpa lloraba, si su jefe lo felicitaba ella gritaba. Si conseguía una novia nueva la culpa la hacía salir corriendo y siempre cerraba cada fechoría con aquella maldita frase “no lo harás”.

Así pasó un año, con la culpa gobernando su vida, con la culpa arruinándola, diciéndole a cada cosa buena en su vida “no lo harás”. Esto era peor que el “nunca más” del cuervo de Poe, este parecía un cuento de nunca acabar.

Un día intento agarrarla y la culpa huía y gritaba “no lo harás”. Probó con todo, con fuego, con hipnosis, con la iglesia, con la fuerza, con el alcohol, con otras mascotas y la culpa nunca se iba, hasta en la desesperación de un día que decidió abrirle su corazón para tratar, que se yo, al menos de conmoverla y que se fuera, pero ella prestó atención durante un rato y luego con su voz chillona gritó “no lo harás”. Fue demasiado, la culpa tenía que morir.

Así que una fría noche de diciembre, mientras luchaba con su insomnio, comenzó a contarle a la culpa “El cuervo” de Edgar Allan Poe, con cada palabra que decía, aquella cuerva bautizada como “la culpa” se quedaba dormida, parecía que iba perdiendo su fuerza, sus ojos rojos ya no parecían ser tan demoníacos parecía que…estaba cayendo dormida…

Continuó con la narración y la culpa después de un año, por fin cayo dormida… El aprovechó el momento tomó a la culpa, hasta llevarla a la puerta, su corazón latía a mil por hora, sus piernas temblaban, el camino parecía interminable, hasta que por fin tocó la gloría cuando abrió la puerta y tomó a “la culpa” y con una patada en el cul..!!! la mandó al carajo y gritó… “olvide leerte el final del cuento del cuervo, pero lo modifiqué para ti” y mientras cerraba dando un gran portazo gritó con todas sus fuerzas…. “a mi casa “la culpa” no vuelve NUNCA MAS”!!!!