"Don Palabras"

Me extraño que esa mañana de mucho tráfico a la hora pico, un Mercedes-Benz SLK 55 AMG que iba delante de mi no avanzaba cuando el semáforo estaba en verde…parecía resistirse a avanzar pese a la pitazón con la que veníamos todos atrás de él.

El semáforo se puso en rojo y aquel Mercedes detuvo su motor y se puso adelante de la fila, justo donde los “pide 5”, los limpia vidrios y los mendigos “atacan”.

Y eso justamente paso,se le acercó un mendigo, lo digo por su apariencia desaliñada, ropa sucia, barba larga, zapatos rotos, andaba una chumpa militar totalmente manchada por el humo de los carros y en su mano una franela que alguna vez fue roja y hoy es mas bien es negra.

Se acercó al Mercedes de forma amigable, sin complejos y sin penas, yo pense que el conductor se iba a morir del susto, que se iba a pasar el semáforo en rojo por huir o que ni loco iba siquiera a bajar el vidrio para darle algunas monedas…

Todo lo contrario, del Mercedes salió un brazo que le entregaba al mendigo una canasta llena de jamones, paté, vinos, embutidos y demás “deliccatessen”. El los tomo con alegría y además le entrego un sobre. El semáforo se puso en verde, la pitazon se comenzó a oír, se dieron la mano…uno mugroso y maloliente y el otro con guantes y chumpa negra. Subió el vidrio y salió corriendo a todo lo que su Mercedes podía dar, ni siquiera pude ver donde se metió, pero me quede intrigado de tan extraña escena.

Como era mi ruta al trabajo, pasaba cada día por esa esquina y siempre me llamaba la atención aquel mendigo que con su misma ropa y su misma franela se le acercaba al primer carro de la fila. Me preguntaba que habría hecho con aquella canasta que se veía tan buena…la habrá vendido en $5 pesos o cambiado por una botella mínimo! Bueno que me importa.

La mañana siguiente una camioneta Chevrolet Suburban con los vidrios completamente polarizados, venia a toda velocidad, cambiaba de carril para avanzar más rápido, se puso justo atrás de mí y me encendía las luces, se me acercaba peligrosamente intentando sobrepasarme “y este cabbb…quizá se va cagan…” - pensé en voz alta- cuando me logró rebasar hizo exactamente lo mismo que el mercedes de la otra vez, frenaba y frenaba hasta que el semáforo se pusiera en rojo.

Igual que la otra vez de la nada salió, el mendigo aquel, con su franelita. Este narco lo va a “cuetiar” –me preocupé- pero me llamo la atención que en lugar de pedirle al conductor la limosna como lo hacía siempre, se fue directamente a la ventana de atrás de la camioneta, el vidrio negro se bajo, intercambiaron algunas palabras y de la camioneta salió una bolsa de un almacén de prestigio con ropa no se si era nueva o usada, pero podría jurar que vi algunas etiquetas, la bolsa era muy grande y pesada por lo que apenas pudo tomar el sobre que le dió a continuación. Parecía un ritual, se dieron la mano y la camioneta salió a toda maquina y el mendigo se perdió entre los carros.

Pasaron los días y poco a poco se me fue olvidando aquellos extraños encuentros, hasta que un día fui yo el primero de la fila. Sentí mucha curiosidad de lo que pasaría, que me diría, por que era tan querido que recibía grandes regalos. Esperé unos segundos y no pasó nada, nunca apareció…quizá mi carro no es tan bonito –dije resignado-

Hace un par de semanas mientras iba al trabajo pensando en mis problemas y sistemáticamente eliminando las soluciones, por mi continuo estado “emo” me fui como en automático al trabajo. Hacía un alto y de repente sucedió:

Me dicen “Don Palabras” como la canción de la Maldita Vecindad, me decía aquel mendigo de las otras veces, con su chumpa militar y su franela sucia. No te asustes chaval que yo soy como un mensajero de buenas nuevas –prosiguió con un marcado acento español - No haz pensando en comprar a la lotería? – no! Conteste tímidamente- pues deberías…te voy a dar un acertijo… "si le miras de una vez o si lo miras al revés 2 + 1 es igual a…" ahí tienes –descubre el acertijo- y compra a la lotería.

Yo, escéptico de profesión me le quede viendo con cara de tonto le di las gracias y avance confundido. Llegue a mi oficina y pregunte cuando se jugaba la lotería, se juega hoy – me respondieron- y cual es el premio? $410,00.00.

Vamos a comprar, les dije, hay que comprar en 3, nos pusimos de acuerdo en comprar mas no en él numero, me dijeron cosas como que en 3 había caído la semana pasada, que 3 era de mala suerte, que 3 esto y aquello. Decidieron comprar en 7 por que disque es el numero de Dios (como si el resto de números no lo fueran) y así fue. Él ultimo billete que andaba el vendedor era el 7…es el destino dijeron, es para nosotros…

Nunca un sorteo tan grande había salido un ganador tan rápido y el numero ganador fue 198903, obviamente perdimos, pero lo que mas me llamo la atención es que“Don Palabras” había adivinado el numero ganador.

Pasaron unos días y en la esquina de siempre no estaba “Don Palabras” apareció como 3 carros atrás, justo en mi ventana y me dijo… creo que no entendiste el acertijo, lo veo por tu cara, la Biblia dice que hay que castigar a los que no creen y menos mal que fue el 3 el numero que no creíste….por que solo serán 3 días de castigo…

¡Ve! a este si lo dejo el circo –dije en mis adentros - mas que dentro de 2 días seria mi cumpleaños y teníamos planeados 3 días de celebraciones. Ningún adivino me las va a venir a salar. Le explique que no encontramos numero 3 y que mis compañeros querían el 7. Esta vez aprenderás... – dijo - mientras se marchaba…me quede intrigado pero luego se me olvidó.

Primer día de celebración todo bien… ufff, segundo día, comida rica y de repente… “que fuerte esta cebolla se siente en toda la casa” estornudos esporádicos, sensación de escalofríos, bajón en el estado de animo….Esto no puede ser… a la cama con 40° de temperatura, mareos y hasta alucinaciones.

Mi cumpleaños fue por decirlo así, el segundo día de la maldición y creo que ha sido uno de los peores de mi vida, me sentía mal, tenia mal humor y no-tenia nada de ganas de celebrar… Pinche “don palabras” es más eficiente que las limpias de Izalco.

Medio vivo iba a trabajar cuando “Don Palabras” apareció un al otro día… espero que no haya sido muy fuerte la gripe –eres adivino o que??- le pregunte molesto. No para nada lo descubrí por tu nariz roja, tus ojos hinchados, tu voz maltratada y por que vi que estornudaste…tampoco hay que ser un genio….

Cuéntame –le pregunté- como hiciste para saber el numero ganador, como hiciste para saber que me iba a enfermar… y también me preguntarás por que me regalan tantas cosas –interrumpió-

Me dicen "Don Palabras", por que yo las hice todas, por que yo hice la palabra, a veces hablo por la radio, o hablo a tu oído, a veces aparezco como una chica que te ama o como un mendigo que te suplica, pero siempre soy yo y el mensaje es el mismo.Cualquiera diria este tipo enloqueció.. quiza yo enloquecí tambien por que le crei, yo le creí.

No te ibas a ganar la lotería, te di el ultimo y fallaste en 4 mas, pero quiero que sepas que si estás conmigo nada te faltara.

Pero como se que eres un rebelde desquiciado, hice que creyeras en algo para que luego pudieras creer en mi. ¿Cómo? – interrumpí perplejo – Claro respondió creíste en ganar el dinero y hasta prometiste cosas, pero nada para mi. Pero cuando enfermaste hablaste conmigo todos los días…recuerdas…¡Oh señor por favor quítame este mal…es mi cumpleaños…!!

Quiero que sepas que ni ganar la lotería, el tener comodidades, grandes beneficios o muchas apariencias te harán realmente feliz…solo busca en tu corazón el verdadero amor y rodéate de la gente que te ama y veras las cosas de un mejor modo. Veras que todo…va a estar mejor...y cuando estés bien compártelo con quienes lo necesitan… como ahora tu y tu estado “emo”. Semáforo en verde, te veo pronto…y se fue con una sonrisa… mientras mi gripe desaparecía…

Desde ese día la palabra suerte dejo de existir para mi… hoy simplemente le llamo bendición…feliz Navidad!!