jueves, 21 de octubre de 2010

19 noches y 500 días…con ella.

Esta historia es sobre todo ajustable, porque pueden ser 500 días, 448, 901 ó 2240 como se acomode mejor a cada situación. Podes ser “el o podes ser “ella”, quizá lo mejor sería ser un poco de cada uno.

Esta es la historia de un muchacho que conoce a una muchacha. Un muchacho común y corriente pero de esos que saben que nunca serán felices hasta que encuentren a la “adecuada”. Víctima, al fin, de las 400 novelas que tuvo que ver junto con su nana, su abuela…su madre y de una mala interpretación de la película “y tu mamá también”.

Ella, no compartía este sueño. Desde el divorcio de sus padres ella solo ama 2 cosas: su largo cabello negro, a veces café, a veces rubio, a veces mixto. La segunda cosa que más ama es con qué facilidad puede cortarlo sin sentir nada. Ellos se conocieron un día de marzo y de inmediato supo que era ella a quien había estado esperando… esta es la historia de un muchacho que conoce a una muchacha, pero no supongan nada… esta no es una historia de amor.

Digamos que estamos escalando una montaña, un camino lleno de flores, paisajes, arcoíris y paz sin igual y justo a medio camino “ella” dice que “esto” no puede seguir por que nos hemos perdido en el camino… que no saben a dónde van y que las cosas han cambiado demasiado, te das cuenta entonces, mientras dibujas tu decima tarjeta con corazones rosados, que los roles en la relación han cambiado y que ahora tu, el que siempre era el macho sin sentimientos, estas vulnerable y que ella la que siempre se quejó de tu falta de sensibilidad y de “detallismo” ahora lo que necesita es un macho cavernícola. Te sentís en medio de la nada, con la cara pintada de idiota pensando en que se va a buscar un tipo peor que vos… que hace o hizo lo mismo que vos o peor, que tiene peores defectos que vos… pero que resulta que ahora son todos simplemente irresistibles. Quien puede entender esto???

Pero veamos cómo surge esto. Partiendo de un concepto básico solo hay dos tipos de personas en el mundo: hombres y mujeres.
Ella era una ella promedio, estatura promedio, peso promedio, talla de zapatos ligeramente arriba del promedio desde cualquier punto de vista una chica normal… pero no lo era.

Durante su primaria ganó todas y cada una de las elecciones a presidente de grado en las que participó. En su adolescencia cada actividad benéfica que realizó, rompió records de asistencia e ingresos. En su primer trabajo logro incrementar las ventas en 212% y una canción que llevaba su nombre se convirtió en un himno. Cada vez que caminaba generaba alrededor de 200 miradas interesadas, cada cosa que compro lograba un misterioso 10% de descuento, que aparecía de la nada y logro todo un record de ganar algo en 134 rifas consecutivas. Una rara cualidad o simplemente el efecto “ella”. Como se puede entender que no fuera una atracción para él. Si, él la encontró a ella, con todo eso, en una ciudad con miles de oficinas, cientos de comercios y millones de personas solo puede explicarse de una forma: destino.

Pero nadie dijo que el inicio es fácil, pero quizá una canción, un grupo, un cumplido o un amigo, puedan resolver el primer asalto.

Lo primero que una mujer así te hace ver es que si tenes un sueño y no lo has logrado eres digamos un poquito mediocre… y que deberías (como sugerencia) cumplirlo, terminarlo o simplemente hacer algo para no desperdiciar tu vida. Y de la nada descubrís que tenes mucho en común, que hablan y hablan sin aburrirse hasta descubrir que estas enamorado… y amas todo. Su sonrisa, su cabello, sus rodillas, su marca en la cara, la manera que frunce la boca al hablar, el sonido de su risa…amas la forma en la que duerme…amas la canción más cursi del mundo, amas todo…como si la vida fuera buena.

Todo fuera perfecto si el sentimiento fuera mutuo y no solo una lluvia de flechas llenas de amor lanzadas por el mismísimo Cupido en la cabeza de él. Porque ella desde un principio aclaró que no quería nada serio por que no creía en el amor. Y es un error entonces cuando un beso robado por ella en una fotocopiadora o en un discoteca, se conviertan en una propuesta matrimonial… cuando solo se trata de un beso.

Pero que importa… si cuando, después de la primera vez…él se convirtió en Han Solo, sientes el ritmo en tus pies, quieres al mundo y el mundo te quiere a ti…sientes ganas de bailar y la gente se contagia, sos capaz de meter un golazo o escalar el más alto cerro, podes hablar con los animales y hasta cantar… lástima que ella no pensara lo mismo, no porque la felicidad sería enorme… Incluso cuando a media montaña, donde detuvo todo, te diga: “espera que al menos podamos seguir siendo amigos” qué hacer entonces…huir, llorar, escapar o escribir… como bien dicen por ahí, la mejor forma de olvidar a una mujer, es haciéndola literatura… quizá un blog.

Si cada día con altas y bajas se fuera contabilizando, esperarías este momento, en el que han pasado 500 días juntos, o quizá antes, para preguntar si la relación tan buena que llevan, podría avanzar o terminar… porque a veces no basta con solo ser feliz, hay que buscar algo más quizá un titulo… siempre se quiere más… querés llegar hasta el final de la montaña, pero quizá te quedes a medio camino.

Si querés sabes que paso en el día 501 no te perdás la película “500 días juntos” (500 day of Summer) con la actuación Josep Gordon Levitt (el chinito de 3er rock from the sun) y la guapísima Zoey Deschanel (la que salía con JIm Carey en Si, señor!) una película (muy pronto en cine o en tu venta pirata preferida) con la que podrás sacar 2 ó 3 reflexiones para tu vida… incluso ayudarte con la cuenta o quizá un borrón... y cuenta nueva.


4 comentarios:

Anónimo dijo...

Aplausos!!! me gusta!

Anónimo dijo...

Eso se llama inspiracion, un tanto obvio pero me gusta, ...

Guille dijo...

"Ding Dong, Ding Dong! ahhh, estas cosas del amor..."

Anónimo dijo...

Eres todo un escritor mi respeto y mi admiracion me encanto se nota el amor.