lunes, 23 de marzo de 2020

Hasta hace unos días


Hasta hace unos días la peor cosa que nos podía pasar, era dejar las llaves del carro, dentro del carro, no hacer alguna tarea, pelearte por una tontera con tu pareja , que no te alcanzara el pisto para el final de mes, que el Madrid superara al Barca, que te saliera ese trabajo que tanto querías, que el carro no te hiciera ningún ruidito nuevo, el caos era si una trabazón te agarraba y tu jefe te regañara… Qué tiempos aquellos!

Hasta hace unos días, el trabajo en casa era utópico, aunque dabas buenas razones cada vez que un tramo de unos kilómetros se convirtiera en una procesión, teníamos libertad de ir 2,3,4, 5 juntos en tu carro, nadie andaba con mascarilla a menos que fueras a hacer un tinte o trabajaras en algo químico o fueras un ninja secreto.

Hasta hace unos días usar alcohol gel era una práctica poco usada, peor si tenía brillantina o si tenía olor a fresa, pues la verdad es que no, planeábamos vacaciones en otro país, quedabas con los amigos para salir o hacer algo en tu casa, abrazabas a medio mundo y un saludo de mano no se le negaba a nadie.

Hasta hace unos días, toser era normal y no causal de persecución, si tenías calentura nadie te detenía y decir tengo gripe no le quitaba el sueño a nadie,  pensabas en ir a trabajar cada día pensando en cómo mejorar, vivíamos entre la contaminación diaria de los buses, los choques de las rastras, los pick up quedados los infinitos choques…lo kamikazes de las motos, éramos felices y no lo sabíamos.

Hasta hace unos días, visitabas a tu mamá o a tu familia con confianza, llegabas por horas y platicabas de la rutina diaria, llegabas a tu casa sin necesidad de cambiarte de inmediato la ropa, lavarte mil veces las manos, no nos angustiábamos si había cadena de Radio y Televisión, no estábamos tan pendientes de estadísticas y proyecciones más que las del futbol… lo más anormal que teníamos resultaba ser lo más natural de las cosas.

Hasta hace unos días…pero ahora todo cambio, todo y quien sabe por cuánto tiempo. No quiero darte miedo ni desanimarte con estas palabras…sólo quiero que en medio del silencio, en medio de la desesperación, en medio del caos, escuches esa voz que dice: No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.

Hoy es cuando comprobamos que no podemos confiar en los hombres, pero siempre podemos confiar en Dios Todopoderoso… ten fe…mira hacia arriba, clama, ora, pero hazte sentir  en la tierra  como en el cielo, porque con fe en Dios… esto también pasará como hasta hace unos días….

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