jueves, 25 de junio de 2009

Al maestro con cariño...

Hace unos días fue el día del maestro, así que pense hacer algo en honor a los pinches profesores que nos hicieron la vida miserable a lo largo de nuestra educación básica y media.

Pero bueno trataré de no ser tan irónico para celebrarles el día , bueno si, pero también es un homenaje para los precursores del saber, los valedores de los conocimientos y seguramente una de las pocas personas que hicieran que odiáramos nuestra infancia. SÍ, los profesores.

Hay una gran diferencia entre los profesores del colegio y los catedráticos de la U, aun que para ser sinceros a ambos se les detesta con la misma intensidad, con ambos buscábamos "enyoyarnos" a como diera lugar y bueno con ambos se lograba cierta complicidad.

Hay profesores que son imborrables para bien y para mal. Para bien la Miss Clelia, que creo que me dio clases en 3er o 4to grado. La recuerdo blanca, alta delgada, tenia unos grandes ojos cafés claros, tenia el pelo liso y cuando hacías bien la tarea, te felicitaba, sobándote la cabeza o ya de plano cuando era genial con un beso en la frente. Fue la clase mejor portada que he estado en mi vida, todos hacíamos los deberes, todos nos peinábamos, nadie molestaba, todos la amábamos. Creo que hasta los curas estaban enamorados de ella, era la profesora perfecta.

Nunca entendí tanto las agudas, las esdrújulas, el sujeto y el predicado como en su clase de idioma nacional. La Miss se casó el año siguiente, nos dejo a todos sufriendo de nuestro primer corazón roto.

Hay otros profesores que nos hicieron la vida más fácil, como aquel profesor de matemáticas, que se me fue el nombre, era muy canoso, pequeño algo gordito, que amaba al "Aguila" mas que a su esposa e hijos. Era super hermético, era super yuca, pero un día le descubrimos un llavero del CD Aguila…


A partir de ese día no volvía a preocupar por un examen, no mas llegaba y nos poníamos a tertuliar de fútbol, no se cuantas clases perdimos en ese afán ni cuantas veces en los exámenes las respuestas malas, me les ponía como buenas y me los pasaba. Ese año no aprendí nunca a hacer un caso de factoreo, pero si aprendí de la historia del fútbol y aun que no lo crean, me ha servido mas para hacer amigos y tener contactos que aprender a sacar la raíz cuadrada de 64.

También hubo profesores malditos, como el que se creía el gracioso el cool, el buena onda con la mara, el que contaba chistes y vulgariaba un poco. Si, el mismo que cuando ya no pudo controlar el grupo al final nos aplazó a todos.

La profesora que se le noto ser patillo en su época de estudiante. La pinche gorda que Odiaba a las cheras bonitas y a los cheros desmadres, tenia sus preferidos a los nerdos y calladitos (osea a mi me odiaba). Se encargo de hacernos la vida miserable durante todo el año, al final la hecharon por que se "hecho" a un compañero. La dulce venganza. Jijijiji

En la U los profesores son más pintorescos, son mas cool, a favor de las causas perdidas o de plano son intelectuales con alguna aspiración política. A mí me tocaron varios españoles que no se les entendía nada ni ellos te entendían a ti.
Los recién graduados que los ponían de profesores eran de lo peor un día eran "La Natalia" y al día siguiente la "Licenciada tal".

En fin la vida de los teacher es abnegada llena de sufrimiento, imagínate que un salón entero te odie solo por deporte no debe de ser nada grato.
Pero como nadie los mando y como de todo hay en la viña del Señor un saludo especial para los profesores en su día, para los que son, para los que sé creen, para los que parecen, para los que pretenden ser…felicidades….

No seríamos nada sin sus enseñanzas…nada…ni mucho menos fuéramos…Maestros…

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tengo que aceptar que siempre fui nerda y bien portada. Yo era de las que daba copia pero no podía copiar. "prefiero un cuatro mio que un ocho falso", era mi lema. Pero no por eso era menos desvergue como estudiante. Conducta siempre la llevaba revolcada porque mis profesores insistían en que mucho platicaba en clase (yo qué culpa de llevar la comunicación por dentro). Una vez llamaron a mis papás al salón de clase y cuando llegaron yo estaba girada en el pupitre platicando con la compañera de atrás. Seño Carmen, la recuerdo con cariño, cientos de líneas de castigo hice por usted.
De ahí en la U siempre está el ridículo que se cree la mamá de tarzán y de todos los pollitos. Recuerdo que un profesor me dijo que "como me atrevía yo" a irle a pedir revisión "a él que era todo un máster". Viejo looser! creo que todavía es catedrático. Después de un cuatro y un tres en los primeros parciales y casi un colapso nervioso, logré pasar después de un nueve y un diez, la materia del más detestable de todos los profesores que he tenido en la vida.

Los odiamos, los martirizamos, los caricaturizamos pero al final son un mal necesario.
Felicidades en su día