Amargo...azucar

Debo decir, con todo mi sentir que siempre odié los lunes, para mí levantarte temprano es como que como que te auto vacunes, Es tan desgraciada la noche de domingo al lunes como ese saldo que no te consumes.

Odiaba los días que había mucho sol, el sonido de los pájaros, el calor del día, el sudor, es como tomarse sin queso ni crema una sopa de frijol. No soportaba eso de un día radiante, ver a la gente feliz me parecía desesperante.

Me pone mal la lluvia constante, no me pone romántico, aunque si un poco distante. Me pongo nervioso al ver que el clima no cambia, si no fuera por el boleto me fuera directo a Zambia.

Maldije al viento que todo lo volaba, ver que todo se destruía era una cosa que nunca aceptaba, no entendía como algo que no se ve, fuera capaz de robarnos hasta la fe. Con el viento parace que ya nadie te escucha y he de aceptarlo que se me va la piscucha.

Aborrecía la gente que no me entiende, con las ideas claras, las palabras precisas no entiendo cómo es que no me comprenden. Siempre di las señales correctas, aunque fuera para una de mis tretas, parecía que hablaba y me salía en chino, o cuando no me contestas por que te vale un pepino.

Hasta que un día te vi y mi mundo comenzó a dar vueltas, no sé cómo describirlo pero el corazón ya casi me revienta, mi colesterol me subió y casi me tapa la aorta, pero él no verte ahora casi “me horca”.

Adoraba los lunes cuando en los fines no te veía, me sentía traumado si te contaba chistes y no te reías, buscaba mil excusas para poder encontrarte, fue como un milagro poder aceptarme, no te buscaba la mera verdad, pero ahora nada más quiero eso de acapararte.

Amaba el viento que traía a casa, porque contigo todo pasa. Los días nublados eran perfectos, para pasar todo el día guardados. Me encanta la lluvia que te mojaba toda, porque después hacia que te quitaras la ropa. No me importaba si llovía como un rio, si luego te acercabas a mí, cuando tenías frio.

Hoy que te conozco y la vida da vueltas, que mantienes mi cabeza y el resto de cosas revueltas, agradezco a la vida que al fin te comprenda como una verdad, que esta por fin es mi realidad…