Y el acusado esperaba en su celda, sucio, delgado un tanto mal oliente. Su rostro
estaba demacrado, sus manos lastimadas, sus uñas con una mezcla de sangre y tierra.
Estaba atado de pies y manos, sin cambiarse la ropa, quien sabe desde cuando. El poco pelo que le quedaba no había sido peinado, lleno de basura a su alrededor desde hace meses.
Su cuerpo estaba maltratado y su dignidad ya solo era un recuerdo.
Cuándo lo arrestaron fue exhibido por todo el pueblo y el pueblo, respondió al espectáculo maldiciéndolo, ultrajándolo y agrediéndolo.
Cuando en un arranque de ira se intentó defender grito con el alma: "quién está libre de pecados como para juzgarme?" La multitud compuesta principalmente por sus amigos del alma, viudas negras, solteronas, devotos enardecidos, gente bien, gente que también había sido crucificada antes y se vengaba, pero sobre todo gente con marcada doble moral. Todos ellos celebraban su caía. La caída de uno que fue como ellos.
La tortura a la cual fue sometido, mientras esperaba un juicio "justo" fue como en tiempos de Hitler o la represión a la guerrilla, pero no se comparada con la tortura que vivía en su cabeza.
Las voces no cesaban de preguntar ¿por qué lo hiciste?, ¿Por qué no lo evitaste?, ¿Por qué no corriste?, ¿Por qué te fuiste? Una interminable lista de "porqués" que sistemáticamente erosionaban lo poco de lucidez mental, que todavía tenia.
La noche antes del juicio no pudo dormir, para calmar las voces el cantaba aquella vieja canción que lo había acompañado desde siempre... Parecía que cantando las bestias que tenia en la cabeza se calmaban. Paso la noche entera cantando.
El juicio comenzó, la parte acusadora sonreía, era un juicio fácil. Los defensores sufrían, era un juicio perdido.
La sala era gris, el techo era muy alto, unas cortinas negras tapaban el sol de aquellos grandes ventanales cubiertos por balcones del lado de la calle.
Un ventilador de techo era lo único que refrescaba aquella sala con olor a humedad. A la derecha la defensa con el acusado, con las mismas fachas de siempre, aun que esta vez si se había podido peinar. A la izquierda la parte acusadora con buenos trajes, buenos perfumes, bien arreglados, sonrisa "chick" y buen humor.
Al centro el juez, con toga negra, lentes redondos. Su pelo blanco reflejaba experiencia en estos casos, su entrecejo fruncido reflejaba que era un juicio serio. En la mano izquierda sostenía a su moneda de la suerte y en la derecha el martillo con el que dictaría sentencia. Cuando el juicio comenzó parecía que la moneda, como la suerte, estaba en el aire.
Los acusadores abrieron el juicio con pruebas contundentes, una a una fueron saliendo fechas datos, fotografías, investigaciones privadas, seguimiento en carreteras cada una certificaba la culpabilidad del acusado, cada una iba acompañado de la sorpresa del respetable. Cada comentario parecía avivar la llama de los recuerdos.
Desde su rincón, el acusado, observaba sin poder hacer nada, sin poder objetar, sin poder explicar…El abogado acusador se detuvo y pidió que ingresaran una caja fuerte la cual fue puesta al centro de la sala.
Esta es la caja fuerte del acusado -dijo con satisfacción- y en ese momento como si la conociera de toda la vida puso la clave para desactivar su sistema seguridad. De la caja salieron documentos viejos, fotos, mensajes e historias que no hacían mas que comprobar que el acusado era culpable y aparte un desgraciado.
Vio cosas que ni el mismo recordaba, cosas que sin el contexto adecuado parecían ser otras estaba hundido en sus ideas cuando el juez interrumpió:
Juez: ¿cómo obtuvieron esa caja?
Abogado: La sacamos de su casa, cuando no estaba…
J: eso se llama robo!!
A: Se llama descubrir la verdad a cualquier costo –replico-
J: O inventársela…
A: ventaja competitiva…tenemos que conocer la verdad aun que no sea verdad…
J: Me parece mas bien un acto masoquista…
A: Se llama buscar y encontrar…como sea…
J: se llama locura!!
El acusado mientras tanto, respiraba profundo, para el de forma licita o ilícita la condena parecía clara… no esperaba otra cosa, ya estaba resignado. En el fondo el sabia…que la había matado.
La audiencia congregada "bramaba" con cada prueba como si fuera el coliseo romano y estuvieran decidiendo la vida o la muerte del gladiador de turno, era mucho júbilo y una sentencia muy clara. Habría sangre y él público estaba excitado esperándola.
Turno para los defensores, que al ver el caso perdido, alegaron demencia, locura temporal, el mandato de satán y hasta un retraso mental. Dijeron que todo fue una trampa, pero nada funcionaba…hasta que se rindieron y huyeron. Lo mejor es que tenían los mejores asientos para no perderse ni un detalle de aquella matanza.
El acusado saco su último suspiro de valor y pidió la palabra. Con su ironía característica saludó a los que hasta ayer le besaban la mano pero ahora le apuñalaban la espalda…
"Se que vas a caer" me dijo una vez una bruja y se reía…-dijo en tono reflexivo- sé que vas a caer nadie te recogerá, sé que vas a caer cuando mas alto mas dura la caída… Antes tendrán que atraparme le dije mientras "quitaba del camino" el mal agüero. No sabía que esa advertencia se convertiría en premonición.
Soy culpable –dijo con firmeza- Yo la maté! Y no lo hice por locura, por amor, demencia o locura temporal, no lo hice por que una fuerza sobre natural me lo ordenó o por que me muriera por hacerlo. Lo hice por que una vez le mentí y ya nada fue igual.
No se como pasó, ni siquiera sé si realmente pasó o todo fue suposición, un sueño o mal entendido. Lo que si está claro es que después de eso nunca obtuve perdón…mi perdón. Nunca me lo perdoné, nunca. Esa noche vi su cara inocente y las voces me decían: "ella lo sabe todo", "solo quiere hacer que caigas", "ya recopliló todas las pruebas y nunca te perdonará"…así que esperé a que se durmiera…y simplemente la maté.
El murmullo de la audiencia era perfectamente comprable a un gol en el estadio, no había marcha atrás, la confesión estaba hecha, el jurado deliberaba, el Juez meditaba y al final el veredicto llegó…
Ante las pruebas de los acusadores –dijo el juez- que hoy presentaron y que aun que nadie se las pidió, no dejan de ser contundentes. Ante los malos argumentos de los defensores y principalmente ante la confesión tan cruda del acusado, para mi el veredicto es muy claro… que se levante el acusado y si tiene oidos que lo escuche.
Esta claro que algunas veces el espejo tiene dos caras y no siempre la mas clara es la verdadera, yo declaro al acusado: INOCENTE!!
Los gritos de la muchedumbre ensordecieron el lugar, se estaba convirtiendo en tumulto, en avalancha, en linchamiento. El juez llamó al orden y con tono reflexivo dijo:
Es inocente aun que no lo quieran ver, por que no se puede acusar a alguien de haber matado la confianza… cuando la confianza tenía tiempos de estar muerta…
8 comentarios:
Huy y esa una vez muerta se queda ahí fría debajo de la lápida.
Veo que ya terminaste de leer "Narraciones extraordinarias" porque está bien estilo Poe, bastante oscura la narración.
Bonito blog. Qué bueno que ya te estamos leyendo una vez por semana.
Felicidades
Me gusta el estilo, bien intrigante y obscuro! :D Aunque sabras q no estoy de acuerdo con el veredicto! espero la segunda parte!
ROCKYTO SOS MI HEROE SIEMPRE PONES COSAS INTERESANTES EN EL BLOG, Y ME LLEGA PORQ LOS HACES CON SUSPENSO Y ESO HACE Q UNO SE INTERESE HASTA TERMINARLO, TE QUIERO SOS INCREIBLE ROCKYTO , FELICIDADES.
Me encanta!!!!
Veo que recuperaste tu musa.. que bien te hace el amor mi querido amigo!!!
AV
Si me llevarán a la horca! quiero que tu me hagas el nudo!
F. Rudy
Que buen blog!!! Felicidades!
Increible, me tuvo en suspenso toda la lectura!!! Interesante, fue como el despegue de un avión desde su entrada, recorrido hasta llegar al siguiente aeropuerto para aterrizar un final extraordinario.°" El juez astuto y sin más dando el fallo final. El llamado a la reflexión es: Porque preocuparse por acusar algo que esta tan claro como el agua! Cuando hables procura que tus palabras sean mejor que el silencio
Srita González.
Lo felicito...le quedó muy bien!...intrigante y complaciente al final...siga así!
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