Carlos levántate y anda...!!!!

Todos alguna vez escuchamos ese famoso apartado bíblico donde Jesús
pone a prueba la fe de sus fieles seguidores, cuando se entera que su
amigo querido Lázaro, ha muerto.

Jesús no fue de inmediato al recinto donde acaba de morir Lázaro porque

 estaba a 30 kilómetros de distancia y por diversas razones tardó 4
días en llegar, llegó a los 4 días que Lázaro está muerto para que no existiera

ninguna duda que lo que ahí iba a ocurrir era un milagro.

A lo largo de la historia los milagros han marcado la vida de muchas
personas, sea como beneficiarias o como hacedoras del mismo, ese

 momento mágico de alivio debe de ser algo fenomenal, pero si ponemos
nuestra vida bajo lupa, los milagros son ya una cosa rutinaria que
muchas veces ni notamos.

Cada día mientras te conducís en tu carro o en el bus, llegar a tu
destino es un milagro, por como manejan ciertos cafres, deberíamos ser
como el Papa y besar el suelo que pisamos cuando nos bajamos de los
vehículos.

Llegar a casa sin que te asalten también puede considerarse milagro,
así como que no te pidan renta si tenés un negocio, llegar a tiempo el
trabajo sin que manifestantes cierren las calles o llegar dignamente
al final del mes con algo de dinero en los bolsillos…milagros y mas
milagros.

Si nos ponemos románticos un buen amanecer es como un milagro,
encontrar el amor verdadero o alguien que te haga feliz, tener una
familia unida, o que gente que le hiciste algo te perdone sinceramente
es realmente un milagro.

Que nuestro equipo de futbol gane siempre es un milagro, aunque en mi
caso siquiera ganar de vez en cuando ya es un verdadero milagro albo.
Poder pagar un recibo sin tener que hacer cola, que te hagan un buen
descuento en algo, que te reparen el carro sin que te roben, que
compres algo barato de buena calidad o que simplemente no te bajen en
algo que no conoces todo esto es un milagro en tiempos modernos.

En las escrituras Jesús llegó al sepulcro de 4 días y pidió que
movieran la piedra que lo cubría, le dijeron “ya para que Señor, ya es
demasiado tarde” también le dijeron “no entres, ya debe de oler mal” y
Jesús les preguntó si tenían fe…acto seguido dijo esas palabras que
para los momentos de angustia, de sin sabor, de dolor, de pena, de
muerte son como bálsamos…”Lázaro: levántate y anda” y Lázaro se
levantó después de 4 días de muerto…

Los milagros están a la vuelta de la esquina, pero muchas veces
necesitamos un verdadero Lázaro para creer y Dios nos prueba nuestra
fe.

 Hoy vivo mi propio Lázaro, pero cuando hay menos esperanzas hay
más fe, por que cuando todo está perdido, se pide con más amor…por
que cuando Dios quiere… los milagros obedecen y llegan. Lázaro se
levantó después de oír las palabras de Jesús, así que en su nombre
digo sus palabras….”Carlos levántate y anda” “Papa levántate y vuelve
a casa…”  te sigo esperando…